La tengo que convencer y no sé cómo. No sé qué le voy a decir, ni sé si soy capaz de convencerla de eso.
Me da miedo que me deje sola, que me diga que no la necesito, que esto es la vida y no hay nada mejor. Porque a mí se me ocurre algo mejor, pero no está bien visto.
lunes, 28 de julio de 2014
viernes, 25 de julio de 2014
miércoles, 23 de julio de 2014
domingo, 20 de julio de 2014
Vergüenza.
No hacía falta que reconociera que se avergonzaba de mí. Yo también me avergüenzo de mí.
No hacía falta que me dijera que era mi físico lo que lo avergonzaba.
Nos amamos, sí. En privado. En público se trata de otra cosa, de hacer frente a nuestras propias elecciones... Eso ya no es tan fácil.
A veces me gustaría nacer de nuevo, pero nadie puede vivir dos vidas al mismo tiempo. Hay que terminar una antes de empezar la otra.
No hacía falta que me dijera que era mi físico lo que lo avergonzaba.
Nos amamos, sí. En privado. En público se trata de otra cosa, de hacer frente a nuestras propias elecciones... Eso ya no es tan fácil.
A veces me gustaría nacer de nuevo, pero nadie puede vivir dos vidas al mismo tiempo. Hay que terminar una antes de empezar la otra.
lunes, 14 de julio de 2014
Inundación.
La idea era como una inundación que se llevaba todo y dejaba para siempre sus marcas donde sea que se mire. Bajaban sus defensas y la idea volvía con más fuerza que antes. Entonces empezaba el proceso de acercamiento: si estaba cocinando jugaba con las perillas del gas y guardaba por horas el recuerdo del olor y la tentación; si se bañaba, buscaba relajarse hasta el borde del sueño para recordar ésa paz durante el resto del día, y cuando esperaba el tren se sentaba cerca de las vías para sentir el viento y la fuerza cerca de ella, casi como si los tuviera encima.
No se llevaba bien con las decisiones definitivas. Así encontró una manera de morirse un ratito todos los días y volver a “la vida”. De a poco, era cada vez más el tiempo que quería pasar del otro lado que de este. De a poco, se preparaba para el día en que no quisiera volver.
No se llevaba bien con las decisiones definitivas. Así encontró una manera de morirse un ratito todos los días y volver a “la vida”. De a poco, era cada vez más el tiempo que quería pasar del otro lado que de este. De a poco, se preparaba para el día en que no quisiera volver.
viernes, 11 de julio de 2014
Empujón.
A veces la psiquis nos juega malas pasadas. A veces nos enfermamos, nos guardamos cosas; a veces ésas cosas nos salen por los poros, por la piel, buscan desesperadamente una manera de salir.
Y ahí estás vos, tratando de darle un empujoncito a eso, sin saber bien qué es.
Teniendo necesidad de decir algo, pero sin tener nada para decir.
Y ahí estás vos, tratando de darle un empujoncito a eso, sin saber bien qué es.
Teniendo necesidad de decir algo, pero sin tener nada para decir.
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